Entre cielo, tierra y memoriaCuando las paredes susurran historia
Enclavado en el corazón del Flandes francés, nuestro destino presume de un patrimonio rico y auténtico que da testimonio de un rico pasado.
El majestuoso campanario de Bergues, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, domina orgulloso la ciudad, símbolo de libertad y tradición comunales. No muy lejos, el castillo de Esquelbecq, con su elegancia flamenca y sus encantadores jardines, le transportará a la época de los señores y los poetas.
Pasee por las murallas de Bergues, reliquias defensivas que han resistido el paso del tiempo, y por las abadías de Watten y Bergues, refugios de espiritualidad y cultura.
Los apasionados de la historia y la cultura quedarán encantados con nuestros museos: desde el conmovedor recuerdo de la Plaine au Bois, hasta el mágico mundo de los Gigottos Automates, sin olvidar los demás museos de Terre de Flandre Tourisme.
Por último, déjese seducir por los molinos de Watten, Wormhout, Volckerinckhove, Pitgam u Hondschoote, testigos de un saber hacer ancestral y de un fuerte vínculo entre el hombre y la naturaleza.
Cada sitio es una invitación al descubrimiento, la emoción y la contemplación. El patrimonio aquí no es estático: vive, vibra y le espera.