Ensillar para la aventura Es más divertido en bicicleta.
Sólo tuve que subirme a la moto y empezó la aventura. En poco tiempo, el sonido del motor dio paso al canto de los pájaros, al chirrido de los neumáticos en los caminos rurales y al viento que soplaba entre los campos de lino.
Gracias al alquiler in situ, no hay que preocuparse de nada: una bicicleta adecuada, lista para salir, y a pasar el día al aire libre. No hace falta ser un gran deportista: aquí, los recorridos de la red Points Nœuds son accesibles, están señalizados y están llenos de sorpresas. En familia, con amigos o solo, hay para todos los gustos.
A medida que pasan los kilómetros, descubro Flandes de otra manera: paisajes auténticos, pueblos con encanto, pausas improvisadas en un café rando, en un estaminet o al borde de un campo. Cada parada es un encuentro, un punto de vista, una historia.
Aquí, la bicicleta es mucho más que un medio de transporte. Se trata de vivir plenamente el territorio, de sentirlo, de atravesarlo, de comprenderlo.
Y, sobre todo, se trata de tomarse su tiempo: respirar, maravillarse y crear verdaderos recuerdos.
