
LA BANDE DE BERGUESDonde la convivencia se convierte en leyenda
Cada año, cuando el invierno empieza a dejarse ir, Bergues se transforma. La ciudad, normalmente tranquila tras sus murallas, estalla en risas, color y música. Es el gran regreso de la banda de Bergues, el colorido desfile que marcha al son de pífanos y tambores, llevando consigo a todo el pueblo en una alegre efervescencia.
Aquí, el carnaval es más que un acontecimiento: es una tradición viva, transmitida de generación en generación, profundamente arraigada en el corazón de los habitantes. Los preparativos se realizan con meses de antelación. La gente acude disfrazada, a veces irreconocible, pero siempre dispuesta a reír, cantar y, sobre todo… a unirse a la pandilla, como decimos aquí.
Por las calles empedradas, se cruzará con coloridas figuras locales, canciones cantadas a pleno pulmón y abrazos sinceros. No es un carnaval de pompa y circunstancia: es un carnaval de lazos, calor humano, humor desenfadado y orgullo compartido.
Vivir el carnaval de Bergues es comprender lo que significa realmente celebrar juntos. Es sentir el latido de un barrio, de una ciudad que, por un día, se convierte en teatro de libertad y fraternidad.