País de FlandesFuga flamenca
Bienvenido a Hondschoote, un pequeño rincón de Flandes con todas las características de una gran ciudad: una animada y colorida plaza central, magníficos edificios flamencos de arquitectura única y un modo de vida cálido y apacible. Nada más entrar en la ciudad, le envolverá una atmósfera apacible en la que el tiempo parece haberse detenido.
Admire el elegante ayuntamiento renacentista que domina la Grand-Place. En el interior, el museo municipal abre sus puertas para un viaje al pasado, con tapices, cuadros y objetos raros que narran la rica historia de la zona.
Pero Hondschoote es también una ciudad de molinos. El Noordmeulen, uno de los más antiguos de Europa, es un lugar pintoresco, mientras que el Spinnewyn, un centinela de madera erigido tras la batalla de 1793, vigila las llanuras circundantes.
Por el camino, le sorprenderán los campos de lino azulado, las capillas escondidas y los caminitos que serpentean por la campiña. A pie o en bicicleta durante la Ruta del Lino o el Rallye Bleu, cada paseo se convierte en un interludio encantado entre naturaleza y patrimonio.
Y como aquí cultivamos la acogida tanto como la tradición, tómese el tiempo de sentarse a degustar los sabores locales en un ambiente sencillo y acogedor.
Ya sea curioso, amante de la historia o en busca de autenticidad, Hondschoote promete una maravillosa escapada flamenca.


